Historia

La historia del Ejército Paraguayo se remonta a un año antes de su independencia de España, cuando la junta de gobierno de Buenos Aires encomendó al entonces Cnel Manuel Belgrano, ir con 950 hombres y 6 cañones al Paraguay para derrocar al Gobierno realista de Asunción. El Ejército de la Gobernación española del Paraguay derrotó a las tropas comandadas por Belgrano en las Batallas de Tacuarí y Paraguarí.

 

 

 

 

 

Esta victoria conseguida por los jefes militares nacidos en el Paraguay, creó la confianza necesaria para independizarse el 14 y 15 de mayo de 1811, siendo el primer país sudamericano en lugar su independencia permanente de España.

Como Ejército Nacional, la primera misión de combate que le cupo cumplir fue la recuperación del Fuerte Borbón en 1812, ocupado por los portugueses.

Don Carlos Antonio López, primer presidente constitucional del Paraguay, reorganiza el Ejército, creando el Ministerio de Guerra y Mina, a cargo del entonces Brigadier Francisco Solano López. Ante la inminencia de la Guerra contra la Triple Alianza, el General López organizó el Campamento de Cerro León, con un efectivo de 38.000 soldados.






El Mariscal López combatió con una coalición de 140.000 hombres durante cinco años, desde Paso de Patria hasta las orillas del Aquidabán, hasta caer finalmente el 1º de marzo de 1870, fiel a su juramento de «Vencer o Morir», juramento que hasta hoy identifica al Ejército Paraguayo.

Con la muerte del Leónidas paraguayo se da el fin de la guerra.

 

 

En la década de 1930 el país afrontó la guerra contra Bolivia en la cual el Ejército supo honrar a nuestros antepasados ante un enemigo tenaz y una naturaleza hostil, bajo la insigne conducción del Mariscal José Félix Estigarribia, quien organizó el Ejército de la nada para llegar hasta el legendario río Parapití las mismas estribaciones andinas.





El Ejército Paraguayo en la actualiza se constituye en un factor de integración nacional agracias a su presencia en los rincones más alejados de la República, contribuyendo de esta forma en el desarrollo de las comunidades donde están asentadas y a las que se integra plenamente.

El Ejército Paraguayo infundido de un gran sentido nacionalista y de un profundo espíritu de servicio ha contribuido con su acción cívico-social, con la construcción de caminos, escuelas, puestos de salud, atención médica odontológica, ayuda con materiales y mano de obra, y, últimamente, colaborando con transporte y seguridad a la ciudadanía, devolviendo con esta forma de servicio social el apoyo moral y el aprecio del pueblo paraguayo.